En la mitología griega, Ganímedes era un joven troyano de una belleza tan impactante que incluso los dioses giraban la cabeza al verlo pasar. Hijo del rey Tros, su encanto no pasó desapercibido para Zeus, quien, cautivado, decidió llevarlo al Olimpo. Se dice que el dios lo raptó en forma de un majestuoso águila, llevándolo a los cielos para convertirlo en copero de los dioses — una función de confianza y prestigio entre los inmortales.
Pero Ganímedes no fue simplemente un sirviente divino. En el Olimpo, se convirtió en símbolo de la juventud eterna y del amor idealizado, especialmente en la tradición griega, que veía su historia como un modelo de la conexión entre belleza, inteligencia y gracia. Su presencia entre los dioses representaba más que servicio: era también una forma de mantener cerca el espíritu del placer, la ligereza y la juventud — algo que ni los inmortales querían perder de vista.
Curiosamente, su historia ha resonado durante siglos en el arte, la literatura e incluso en la astronomía — al fin y al cabo, uno de los mayores satélites de Júpiter (Zeus en griego) lleva su nombre: Ganímedes. Y no es casualidad. Al igual que la luna que gira alrededor del planeta, el mito del joven troyano sigue orbitando la imaginación humana, recordándonos que, entre los dioses, incluso la belleza podía cambiar el destino de un mortal.
Material: Resina de alta definición
Peso: 250 g
Altura: 23 cm
*Imágenes meramente ilustrativas.
**Producto frágil.
***Pintura semi manual, lo que puede generar diferencias individuales en cada pieza, tanto en color como en peso.
****Dependiendo del modelo, el producto puede enviarse en partes separadas, con encaje y pegamento para que el propio cliente lo ensamble.
*****El peso puede variar según el proceso de fabricación de cada pieza.
