Meleagro fue uno de esos héroes griegos cuya vida parecía estar moldeada por el destino, el coraje y un toque de tragedia. Hijo de la reina Altea, se cuenta que en el momento de su nacimiento, las Moiras —las diosas del destino— aparecieron y predijeron que su vida duraría mientras un pedazo de leña permaneciera intacto. Altea, desesperada por proteger a su hijo, escondió aquel trozo de madera. Pero el tiempo y las emociones humanas nunca son tan sencillos.
Años más tarde, Meleagro se destacó como uno de los más grandes cazadores de Grecia, especialmente en la famosa Cacería del Jabalí de Calidón. Junto a otros héroes y la cazadora Atalanta, enfrentó a la bestia enviada por Artemisa como venganza. Fue Atalanta quien hirió primero al jabalí, pero Meleagro fue quien le dio el golpe final. Encantado por ella, quiso entregarle el trofeo de la cacería. Esto provocó una disputa familiar, ya que sus tíos reclamaban el mérito de la victoria. En medio del conflicto, Meleagro terminó matando a sus propios parientes.
Cuando Altea supo que su hijo había quitado la vida a sus hermanos, fue consumida por un conflicto brutal entre el amor de madre y el dolor de hermana. En un acto que roza lo mitológico y lo profundamente humano, arrojó al fuego el pedazo de leña que había escondido durante tantos años. Meleagro, tal como las Moiras habían anunciado, murió en ese mismo instante. Una vida forjada por el heroísmo y sellada por un destino que, aun conociéndose, nunca pudo evitarse.
Material: Resina de alta definición
Peso: 350 g
Altura: 22 cm
Imágenes meramente ilustrativas.
Producto frágil.
Pintura semi manual, lo que genera diferencias únicas en cada producto.
Dependiendo del modelo, el producto puede ser enviado en partes separadas, con encaje y pegamento para que el cliente lo ensamble.