El Ángel del Bautismo es una escultura que parece haber salido directamente de un sueño renacentista. Con rasgos suaves y una expresión contemplativa, representa el momento en que el cielo toca la tierra: ese instante sagrado en el que Juan bautiza a Jesús en el río Jordán. El ángel, testigo silencioso de la escena, sostiene suavemente las vestiduras del Mesías, en un gesto que mezcla reverencia y cuidado, como si entendiera la importancia de ese momento para la historia de la humanidad.
Esta figura angelical, muchas veces olvidada en los relatos más conocidos, cobró cuerpo y protagonismo en el arte, especialmente en esculturas y pinturas que buscaron capturar no solo la narrativa bíblica, sino también la emoción que la envuelve. Hay quienes dicen que la mirada del Ángel del Bautismo no se dirige solo a la escena que tiene delante, sino también a quien lo observa, invitando a la contemplación y al misterio de la fe. Parece cargar un secreto, como si comprendiera algo que escapa al entendimiento común.
A lo largo de los siglos, este ángel ha inspirado a artistas, escritores y curiosos. La delicadeza de su presencia lo convierte en algo más que una figura religiosa: lo transforma en un símbolo de transición, renacimiento y esperanza. No es casualidad que su imagen haya atravesado el tiempo, permaneciendo viva incluso entre aquellos que no siguen una tradición espiritual. Después de todo, ¿quién no ha necesitado un ángel a su lado en el preciso instante de la transformación?
Peso: 464 g
Altura: 21 cm
*Imágenes meramente ilustrativas.
**Producto frágil.
***Pintura semi manual, lo que genera diferencias individuales en cada producto.