En los cálidos vientos del desierto mesopotámico, una figura de alas extendidas surge entre tormentas de arena. Pazuzu, el antiguo demonio del viento, trae consigo una presencia ambigua, oscilando entre el terror y la protección. Con su rostro feroz, cuerpo esbelto y garras afiladas, es tanto un presagio de desgracia como un guardián contra males mayores. Su nombre se susurraba en tiempos de peste y desesperación, cuando las madres buscaban proteger a sus hijos de los espíritus oscuros.
Contrario a lo que muchos creen, Pazuzu no era solo un emisario del caos. Aunque se le asociaba con el hambre y las enfermedades, también era invocado para alejar amenazas aún peores. Su mirada ardiente y su postura intimidante servían para mantener a raya a otros demonios, especialmente a Lamashtu, una entidad temida por su crueldad hacia recién nacidos y mujeres embarazadas. En tiempos de incertidumbre, un amuleto con su imagen podía ser un escudo contra fuerzas invisibles.
Con el paso del tiempo, Pazuzu dejó de ser una figura de veneración para convertirse en un nombre envuelto en misterio y temor. Sin embargo, su legado permanece grabado en el polvo de la antigua Mesopotamia, donde los vientos aún llevan ecos de su presencia. Ya sea como heraldo de tormentas o como protector involuntario, continúa rondando la imaginación de quienes se atreven a mirar al pasado y escuchar el susurro de los vientos ancestrales.
Material: Resina de alta definición
Peso: 220 g
Altura: 23,5 cm
Largo: 10,5 cm
Ancho: 15,5 cm
*Imágenes meramente ilustrativas.
**Producto frágil.
***Pintura semi artesanal, lo que genera variaciones individuales en cada pieza.
****Dependiendo del modelo, el producto puede ser enviado en partes separadas, con encajes y pegamento para que el cliente lo ensamble.